Si te has enfrentado a un proceso creativo, bien sea para la generación de contenido o para cualquier actividad de mercadeo o comunicación, es importante que sepas que quizás estás tomando el camino equivocado y te vas a sorprender de lo sencillo que puede ser un acto creativo cuando tienen en cuenta los elementos correctos.
En primer lugar, quítate de la cabeza la idea de que no eres creativo y no caigas en la trampa de decirte “Es que yo no soy creativo”. Déjame contarte que lo eres sí o sí gracias a tu cerebro y que lo que pasa cuando dices eso, es que estás reforzando un sesgo cultural que reza que solo los artistas o quienes cultivan algún talento como dibujar o escribir lo son.
La creatividad es usada cotidianamente para resolver problemas, para tomar decisiones y para realizar muchas de las actividades que pasan inadvertidas para ti, pero que usan de tu ser creativo en acciones y reflexiones que usan tus experiencias pasadas, tu memoria, tu imaginación, tus deseos y tus conocimientos.
El problema de los bloqueos creativos radica en creer que aplicar las herramientas para crear implica alto grado de dificultad. Y si bien un proceso creativo es complejo en sí mismo, no implica que sea difícil. Es decir, complejidad no es sinónimo de dificultad. Veamos de qué va esto:
- La capacidad de percepción
- La capacidad de conexión o relacionamiento
- La simplicidad de lo inútil
- El goce
- La neutralización del juicio
Si logras entender y aplicar estos 5 puntos, prepárate para crear con mayor fluidez y flexibilidad.
- La capacidad de percepción
Cuando te enfrentes a un reto que te exija creatividad, afina tus sentidos y permite iniciar el camino observando, pero no se trata solo de observar la pregunta o la necesidad, sino de observarlo todo ¡Sí! Mira a tu alrededor y permítete apreciar las formas, los colores, las situaciones, los sonidos, los olores, las sensaciones. Y aquí entendemos entonces que observar no se refiere a la capacidad del sentido de la vista, sino en un sentido más profundo a la conexión de todos los sentidos. Por eso lo llamaremos percepción consciente y detallada de los estímulos que nos llegan a través de los sentidos. Este tipo de «apreciación» se asocia con una capacidad para evaluar, disfrutar y distinguir las cualidades sensoriales de lo que experimentamos. Haz de cuenta que estás preparando el terreno para lo que se vendrá después. Mantente abierto a las posibilidades, no te concentres de inmediato en la solución o la idea que necesitas o quieres.
- La capacidad de conexión
Luego de darte la licencia de apreciar todo lo que puedas, ahora sí comienza a pedirle a tu cerebro que relacione, que se pregunte ¿Qué tiene que ver esto o aquello con la idea o solución que estás buscando? ¿Qué tiene que ver un zapato o tu gata con la idea que estás buscando para la generación de contenido de tu marca en las redes sociales?Al principio verás que las relaciones pueden salir forzadas y quizás lo sean si usas tu pensamiento lógico, pero en la medida en que avanzas, verás que tu pensamiento lateral o disruptivo se entrenará y verás las relaciones sin juzgarlas y sin pensar si son descabelladas o no. Simplemente permítete escribir todas las relaciones que aparezcan en tu cabeza. ¡Todas! Por favor no deseches ninguna porque esto te servirá más adelante.Si no logras avanzar en conexiones, esfuérzate en tomar cualquiera de los objetos o sensaciones que identificaste en la fase anterior y buscas dos o tres características físicas o simbólicas que unan los conceptos.
- La simplicidad de lo inútil
Mientras más simple sea la relación que identificas, mucho mejor porque estás logrando ir al mundo clave que nos conecta a todas las personas, a la esencia de la situación. Cuando sobre piensas o haces esfuerzos para tener una solución, más impostada y pesada se vuelve tu propuesta. El hecho entonces radica en ir a la esencia, al alma de la situación que radica en la simpleza de la vida misma, en eso que para muchos e inútil, eso que generalmente olvidamos en rutinas y estructuras de complejidad.Supongamos que en la primera fase apreciaste una hoja de un árbol a través de tu ventana y que luego lo relacionaste con el concepto de efímero y justamente esto te lleva a pensar que el contenido que diseñarás no puede ser efímero si quieres lograr resultados; luego piensa en la belleza de esa hoja y en cómo aplicar este concepto a tu contenido. Su color, su textura, sus formas o un recuerdo que te activa esa hoja tienen la materia prima de la idea que estás buscando. Lánzate a descubrir la potencia que existe en la simplicidad.La metamorfosis del espíritu y por tanto la metamorfosis de las ideas florece en lo qe para muchos es inútil. Por eso el filósofo italiano Nuccio Ordine nos recuerda vitalmente en su manifiesto La utilidad de lo inútil que “Entre tantas incertidumbres, con todo, una cosa es cierta: si dejamos morir lo gratuito, si renunciamos a la fuerza de lo inútil, si escuchamos únicamente el mortífero canto de sirenas que nos impele a perseguir el beneficio, sólo seremos capaces de producir una colectividad enferma y sin memoria que, extraviada, acabará por perder el sentido de sí misma y de la vida. Y en ese momento, cuando la desertificación del espíritu nos haya ya agotado, será en verdad difícil imaginar que el Khomo sapiens pueda desempeñar todavía un papel en la tarea de hacer más humana la lhumanidad”
- El Goce
Saca lo mejor de todo, disfruta el proceso de crear porque si cargas ese camino del peso de la ansiedad, del afán, del deseo de originalidad a toda costa, lo que vas a obtener será un resultado afectado, una idea deforme, elaborada sin consistencia, un lugar común quizás.Crear deseando es diferente a crear gonzando.. Cuando vistes el proceso de auténtica alegría recuerdas que además de ser homos sapiens sapiens eres homu ludens. No solo somos la especie que ha conquistado el mundo con su capacidad cognitiva, sino también seres profundamente lúdicos que encuentran en el juego y la diversión una vía para explorar, experimentar y crear. La lúdica, lejos de ser una mera distracción, es un espacio de libertad y experimentación donde la imaginación florece y las ideas se reinventan. En el proceso creativo, el juego actúa como un puente entre lo posible y lo imposible, liberando la mente de las restricciones convencionales y permitiendo que surjan nuevas perspectivas. El acto de jugar nos conecta con lo más esencial de nuestra humanidad: la capacidad de pensar sin límites, de fallar y aprender, de mezclar lo serio con lo absurdo. En este sentido, la creatividad no es solo un esfuerzo intelectual, sino un juego de exploración constante, donde cada paso, por más pequeño que sea, nos acerca a lo extraordinario. ¡Juega! No importa que las demás personas subvaloren ese camino.
- La neutralización del juicio
La mayoría de ideas nacen muertas o las matas a los tres segundos. Ese mal hábito ligado a los juicios inminentes y a los prejuicios no permiten que haya configuración de una idea, que esta se vuelva consistente, que se entreteja y se forme.La creatividad florece en el espacio donde las ideas pueden desarrollarse sin ser sometidas a juicios inmediatos. En el proceso creativo, las ideas nacen como semillas que, si se les permite crecer sin críticas previas, tienen el potencial de transformarse en algo sorprendente. Sin embargo, los juicios rápidos y los prejuicios que solemos aplicar —ya sea por miedo al fracaso, por inseguridad o por conformismo— matan esas ideas antes de que puedan tomar forma. Cada etiqueta que le asignamos a una idea es una cárcel que limita su capacidad de expansión y evolución. Por ello, es crucial permitir que nuestras ideas respiren, se desenvuelvan y crezcan, sin importar lo que puedan parecer en un primer momento: raras, imposibles, simples o caóticas. Solo cuando dejamos de juzgar, damos espacio a lo inesperado, y es ahí donde la creatividad puede surgir con toda su fuerza y posibilidades.En conclusión, el proceso creativo no debe verse como algo complejo o inalcanzable, sino como un acto accesible que surge de la libertad de observar, conectar y experimentar sin restricciones. Al dejar de lado los juicios inmediatos y los prejuicios que frenan nuestras ideas, damos espacio a la creatividad para que se desarrolle y evolucione de formas inesperadas. La clave está en mantener la mente abierta, jugar con las posibilidades y abrazar lo aparentemente “inútil”, porque es en lo simple, lo espontáneo y lo no estructurado donde a menudo nacen las ideas más poderosas. La creatividad no es solo un proceso intelectual, sino un acto lúdico, donde el goce y la exploración son esenciales para dar vida a conceptos nuevos y sorprendentes. Al permitirnos crear en la lúdica, podemos desbloquear un potencial creativo que va más allá de la rigidez de la perfección, transformando cada reto en una oportunidad para descubrir lo extraordinario en lo ordinario.
